jueves, 12 de octubre de 2017

Libertad mental

Libertad mental
Vuelvo a caer ¡carambas! ¿Dónde estoy? escucho voces, ¿pero por qué no me muevo? ¿En dónde esto? mis manos y pies paralizados ¿por qué están atados? ¿Por qué? ¿dime por qué? ¿dónde está mi mamá? ¿Dónde está mi familia? ¡quiero llamarla ya! ¡Por favor!... Veo todo nublado ¿no sé dónde estoy? ¿qué me dieron? Estoy drogado... ¿Alguien puede escucharme o realmente estoy sólo? de repente se acerca alguien de blanco y me dice: hijo quédate tranquilo, esto te va a tranquilizar, siento un pinchazo, pregunto por qué?
y sin respuestas, vuelvo a dormir...


Problemas de la vida que te llevan a lugares como este, no soy el único, por eso escribo esto, se trata de un lugar llamado recovery para diferentes patologías, en el cual no sé si nos curamos o empeoramos?, o simplemente aliviamos el dolor de nuestros traumas.
Encontrarse almas perdidas, las que no se recuperan por más que les hables e intentes. ¡Almas que son fuertes! pero cayeron en el agujero de la muerte ¿qué te lleva a pensar para que vivir? ¿para qué soñar? si ya nada sirve, mis problemas son más grandes que la propia realidad.



Como zombies empestillados caminamos por pasillos, preguntándonos cuando saldremos de acá, algunos no se dan cuenta que tienen mucho tiempo acá. Es triste a veces no poder decir la verdad. Hoy escribo esto desde el afuera, pero recuerdo muy bien mis días ahí adentro somos todos iguales, con más problemas o menos... Pero de eso se trata, aprendes a escuchar que no es competencia de problemas, y que tu problema puede ser mínimo al resto, acá hay de todo, adicciones, intentos de suicidios, depresión hasta locura sin razones, etc.

Pero son enfermedades que de todos modos tratamos curar. 
Un lugar llamado recovery, también puedo llamarlo neuropsiquiatrico,
algunos se asustan al leer esta palabra tan simple ¡haha! Me da risa,
ya este nombre no debe ser sorpresa o asustar ¡a cualquiera! le puede pasar. Valoro más al que quiere curarse que el que vive enfermo toda su vida. Es un hecho, encuentras a estos en cualquier familia, cualquier esquina.


Hablamos de valorar. Una foto de tu hija, padre o madre, te mantiene vivo ¡a la hora de llorar! yo me acuerdo pedir un lápiz y un cuaderno no para dibujar. Sino para escribir lo que sentía y lo mucho que extrañaba a mi familia, que lejos sonaba, parecía fantasear, maldita mente me hiciste perder mi libertad. Ese maldito día de visita que esperas, no sabes lo que se sentía esperar el abrazo de tu mamá o papá. Me acuerdo cuando la vi entrar, ojos con lágrimas de emoción y felicidad, pero esto es mucho más, lo que quieres en ese momento es, un abrazo fuerte de esperanza y libertad.

Decir todo lo que en la realidad no te animas o no valoras. Maldita realidad, que duros nos hace el pensar, sentir y valorar. Te da alegría del corazón ver compañeros que también se abrazan y se ríen con su fría.
Después te dicen, se terminó, volver triste a tu cuarto, y penas por qué mierda ¡no salgo de acá! ¿Cuánto? ¿Cuándo? es una realidad, las ansias te empeoran más y más, pero todos con una misma voluntad de salir adelante por tu familia y salud mental. ¡No hay dudas! en ese momento tus compañeros se convierten en tu apoyo, como una fría.


Del encierro real puedes pensar es un mundo ideal donde nada te lastima, pero siendo sincero, al salir te pones frente a frente con la realidad, que piensas fácil será. Hacerte fuerte y luchar con tu propia mente, es lo que vivo te mantendrá, sólo tú nadie te fortalecerá, es uno mismo el que saca fuerzas, para poder defenderse en su libertad mental.



Un señor me dijo una vez... No hay pastillita mágica y es verdad,
también depende de uno ¡despertar! esa pesadilla ¡que no vuelva nunca más! ¿Alta médica esperas? maldito psiquiatra como la alargas...
psicólogo ¿no me entiendes? Me entiendes o loco tú te vuelves...



A todos los que están pasando por algo así, fuerzas por una vida mejor,
tanto física como mental, una va de la mano con la otra. Dedicado a todos mis ex compañeros de internación de diferentes clínicas.
Lucharla siempre hasta el final. Vivir al máximo, pero sobre todo vivir en paz.

Cualquier parecido con la realidad, esta es verdad.

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