jueves, 26 de octubre de 2017

Mi despertar

Mi despertar
Referirme a la vida de alguien que es mas que un ser humano corriente y común implica necesariamente que me refiera a mi propia vida por el impacto que me ha causado su sabiduría, así como a la sintonía a la que hemos logrado llegar… entonces me resulta una experiencia que en este momento me parece fascinante y la agradezco profundamente, sobre todo porque se comparte contigo que ahora lees… es mi primera vez!!!!
Quizás habrá quien piense que no soy la persona mas indicada, o que tal vez no me corresponde porque yo no soy alcohólica anónima… no es algo que me preocupe o me ocupe, eso no es significativo para mi en este momento y podría asegurar que Luigi será el mas feliz que yo o cualquier otra persona que le quiere y le ha conocido escriba esto… el dice: “no veas al mensajero, checate el mensaje”.
Te cuento que todo empezó en junio de ’97 cuando en la cena del grupo “alborada” fuimos presentados por Vicky.
Resultó que yo ya le conocía, es tío de un amigo mío muy querido. Con dificultad, porque el usó alguna estrategia terapéutica para que yo mostrara mis deseos de luchar en un camino de recuperación. Pudimos entrevistarnos algunas veces y el 8 de julio del mismo año, se inició el recuento de los daños, la identificación de los hechos y se procedió muy pausadamente a recoger escombros, sacar cadáveres y reconstruir todo lo que dejó en mi vida - la inconsciencia.
Han pasado 7 años y medio, puedo mirarme ahora con una sonrisa más segura y más confiada. Puedo concebir a mi Dios amoroso y misericordioso que no tiene religión y que no hace trucos de magia para cumplir mis antojos y que se encuentra manifestándose día a día dentro y fuera de mi y de todas las demás personas y seres de este mundo y tal vez, de otros mundos.
Ahora con gozo algunas veces, con cierto temor en otras, puedo tomar unos minutos para decidir cualquier cosa asumiendo las responsabilidades de mis actos con su correspondientes consecuencias; llámese vivir la experiencia de alguna emoción cualquiera que esta sea; decido si no quiero decidir, decido estar o retirarme, decido lanzarme o no, decido mis riesgos. Enfrento desafíos.
Ahora se que yo no soy mis pensamientos y que solo tengo uno a la vez, por lo tanto también puedo seleccionarlos y estos son semillas con sus correspondientes frutos.
Se que soy una mujer digna y cuando lloro ya no lloro como niña, lloro como mujer y solo me concedo algunos minutos; se que si me concedo demasiado tiempo experimentando la ira, mi organismo se vera impactado y me ocasionaré consecuencias físicas peores.
Vivo el aquí y el ahora y cuando quiero fantasear puedo hacerlo sin inventarme un mundo que no es. Tengo ilusiones, pero sobre todo me tengo a mi, tengo esperanzas, pero de mi no depende la posibilidad de estar viva mañana.
Puedo ver en el otro proyectados mi propio orgullo, mi propia soberbia, mi propia necedad, mi propia falta de fe o cualquier otra forma de vivir que no me parece y que solo me señala autentica y honestamente lo que sería muy bueno trabajar en mi y pedirle a Papá Dios (así lo concibo) que si es su voluntad, lo elimine porque no me sirve para vivir.
Esto, a veces me hace mas tolerante y respetuosa con mis prójimos y dejo que cada quien asuma sus propias responsabilidades.
Oye!!! Que piensas?, que pareciera que estuviera enumerando una serie de virtudes de forma pretenciosa, pedante, egocéntrica?; pero no es esta mi intención… mi verdadera intención es describirte que mi vida era el resultado de un tsunami (digo esto solo porque todos tenemos imágenes actuales y muy claras de cómo se ve un lugar después de que es devastado de esta forma y creo que así me doy a entender mejor) y bueno, vino Luigi, llegó; Dios me puso en su camino, o Dios lo puso en mi camino, o sabe Dios como fue, en fin, lo mas importante es que Dios permitió que nuestros caminos coincidieran y entonces ha estado pasando lo mucho que con pocas palabras te he descrito y ya has leído.
No sabes cuanto me he reído con Luigi, tiene chistes sensacionales y una indiscutible gracia para contarlos; tiene mil y un experiencias de vida que he escuchado con atención y respeto porque yo he querido aprender… ha leído “todos los libros del mundo” y podemos hablar sobre cualquier tema y puede sugerirte sus aclaraciones cuando tienes alguna duda sobre lo que sea y si decides tomarlo o no, no es algo que a el le importe mucho.
Ha ido a escucharme en mis conferencias, tan respetuosa y gustosamente que me he sentido muy honrada y feliz de tenerlo como parte de mi auditorio y nunca me ha hecho algún tipo de señalamiento.
Ha compartido a su familia conmigo y yo he compartido a mi familia con él; así mismo muchas de sus experiencias de muchos de sus viajes.
Hemos intercambiado opiniones sobre algún tema muy interesante, sobre algún personaje histórico o actual o sobre el sabor de alguna comida que nos gusta mas, con la misma intensidad de emociones.
Ha dejado en mis manos con gran confianza pacientes menores de edad o la interpretación de algunos de sus test aplicados.
No he conocido nunca a nadie que vea la vida como él la ve y le he aprendido, lo digo con toda humildad… y de él también aprendí que significa ser humilde.
Luigi es mi maestro, mi mentor, mi guru, mi papa, mi terapeuta, mi mejor amigo, mi cómplice.
Ya lo vi desternillándose de risa, en otras ocasiones muy molesto, en otras mas pensativo, tal vez creando. He visto como se le llenan los ojos con lágrimas cuando hablamos de nuestras experiencias espirituales y las compartimos.
Si yo no le hubiera visto en todas estas facetas de ser humano experimentando emociones, entonces no le creería y decidí por voluntad propia creerle. He sido dócil, he seguido sus indicaciones al pie de la letra porque yo he querido y entonces yo soy.
Hemos mudado el consultorio, el grupo, la guarida a diferentes lugares, no hemos tenido lugar; hemos ido a cursos y conferencias, hemos tomado café, compartido un pan o tamales y atole.
Tengo como seis libretas de apuntes con material que ha fotocopiado para nosotros, con las palabras que parafrasea de autores importantes, con sus propias y sabias experiencias.
Tengo una vida que es otra vida ya, tengo las experiencias grabadas en mi corazón al haber conocido y convivido con uno de los mejores seres humanos que pisan la tierra.
Y si alguna vez fuera necesario… tengo todas las lágrimas del mundo para llorar su ausencia si Dios así lo decidiera, porque lo voy a extrañar muchísimo, pero le sugiero, si me lo permite, que viva su muerte lo mas intensamente que le sea posible, porque solo se va morir una vez… y no temerle a la muerte también he querido aprenderlo de el.
Le agradezco a mi Dios uno de los regalos más hermosos que me ha dado en la vida: la presencia de Luigi junto con mi disponibilidad de estar queriendo estar cerca las más de las veces y creo que están siendo totalmente insuficientes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario